Oficialmente ha comenzado la cuenta atrás. En cuestión de unos días, cientos de personas se disfrazarán para pasar una noche de terror, aunque, para los expertos, lo verdaderamente espeluznante este año será la cadena de suministro. Su estado es lo que, precisamente, está haciendo que los productos más buscados estén llevando a los consumidores a ‘sacar las uñas’ para hacerse con las últimas unidades de los artículos más deseados.
A medida que transcurre octubre, los más previsores y adeptos a Halloween preparan su lista de compras, aunque, en esta ocasión, la antelación no ha sido suficiente para asegurar que ese pedido llegará a tiempo.
Un mal heredado
La relajación de las restricciones tras la pandemia dio paso a un Halloween que, celebrado tímidamente en 2020, abrió las puertas a una fiesta por todo lo alto en 2021.
Sin embargo, mientras los ciudadanos alcanzaban la ‘nueva normalidad’, la cadena de suministro veía como sus mecanismos comenzaban a soportar unos niveles de tensión cada vez más altos.
¿La razón? Dado que buena parte de los productos textiles proceden del gigante asiático, que actualmente sigue sintiendo los efectos de una crisis de suministro agravada por el aumento sostenido de los precios, la llegada de todo tipo de productos, incluidos los disfraces, se torna más compleja que nunca.
Y, si algo ha demostrado el 2022, es que el problema no es endémico. Al otro lado del charco, en Estados Unidos, el gigante productor de chocolate Hershey ya ha advertido que no espera poder disponer de suficientes productos en los estantes para satisfacer la demanda de estas fechas.
Los 4 males de la cadena de suministro en Halloween
La temporada de sustos, tal y como apuntan los expertos, también parece que será de miedo para una logística que, frente al incremento de la demanda de estas fechas, afronta 4 situaciones críticas.
1. El tiempo
Los retrasos han marcado la tónica general de la logística en los últimos tiempos. La acumulación de las mercancías en los puertos y, en conjunto, los cuellos de botella, han derivado en numerosos incumplimientos del calendario de entregas.
Si bien el impacto de la mayoría de ellos puede ser superado con cierta agilidad, en fechas tan concretas como son Halloween o Navidad, llegar una semana, incluso un par de días tarde, puede derivar en la insatisfacción del cliente.
Frente a ello, muchos han aprendido de los errores cometidos en 2020 y 2021, acelerando la producción y los envíos para contar con los artículos necesarios en tiempo y forma.
2. Las huelgas
La tensión acumulada durante la pandemia y meses posteriores ha tenido su reflejo en la materia prima más importante de la cadena de suministro: las personas.
A raíz de una serie de condicionantes políticos, económicos y sociales, durante el presente año se han encadenado manifestaciones y huelgas que, reclamando mejoras laborales, han agravado ciertos aspectos de la industria logística, acrecentando el número de retrasos previstos.
3. La transformación
Otro de los grandes desafíos que ven incrementada su magnitud durante los repuntes de la demanda que generan estas fechas es la evolución de la industria.
Si algo implica hacer frente a un desequilibrio entre oferta y demanda es el uso intensivo de personas o herramientas que, si durante los ‘meses tranquilos’ del año escasean, en estos momentos se vuelven más críticos.
Precisamente, en eventos como el mencionado se hacen más palpables las ineficiencias procedentes de una industria que debe transformarse, donde solo un 36% de las compañías están digitalizándose y faltan 2,6 millones de conductores de camiones.
4. La acumulación
Otra situación crítica a la que puede dar paso la dificultad de celebrar estas fiestas, tal y como recogen los expertos, son las compras de pánico. Es decir, si los consumidores prevén que las compras sean más complejas con el paso del tiempo, lo más probable es que hagan acopio de artículos, tensionando más el stock disponible de tiendas y grandes almacenes que ya afrontan las dificultades de los cuellos de botella y retrasos.
En conjunto, cada uno de estos aspectos de la supply chain auguran unas fiestas que, si bien complejas, podrán disfrutarse un año más gracias a la flexibilidad y resiliencia de la logística. De nuevo, estos picos de demanda demuestran la importancia de la predicción y la prescripción en la cadena de suministro, un eslabón clave del tejido económico que, con el paso del tiempo, no para de afianzar su naturaleza esencial.