Las estrategias clave que están llevando a cabo los operadores logísticos están directamente relacionadas con las nuevas tendencias en supply chain, que incluyen una diversificación de proveedores, capacidad de producción y transporte. Así mismo, la evolución impulsada por la tecnología hacia la industria 5.0, la digitalización y el internet de las cosas como base de la logística inteligente son sinónimo de agilidad.
Desafíos a afrontar por la supply chain
1. Contexto político
Los riesgos geopolíticos son motivo de preocupación para muchos actores. La guerra entre Rusia y Ucrania está teniendo un impacto en las cadenas de suministro de varios sectores, que se están viendo desestabilizados por suministros que llegan defectuosos. Además de generar escasez de materias primas, este conflicto está fomentando la inflación, dando lugar a políticas más agresivas que pondrían en peligro el comercio internacional. Por eso, una estrategia sería poder identificar el riesgo de exposición a posibles crisis internacionales que surjan.
Para ello, se requieren de herramientas que incorporen tecnología de software como IA o Iot, que muestren escenarios hipotéticos, alertas, información del mercado y ofrezcan una visión estratégica de la cadena de suministro. Proponer una diversificación de proveedores y rutas, permitiría al operador tener una ruta de distribución alternativa ante la posible explosión de cambios políticos y reducirá la dependencia de una sola fuente.
2. Economía y costes de transporte
Tras la crisis sanitaria y la recuperación del consumo, los precios de las materias primas, la energía y el transporte han aumentado exponencialmente.
La escasez de materiales ya sea debido a la demanda global o a problemas de suministro, puede interrumpir la producción y los plazos de entrega. Tener múltiples fuentes de suministro y una planificación de inventario cuidadosa es clave para mitigar este susto. Todo ello va con un ahorro, analizando costes y negociando contratos de suministro a largo plazo para garantizar precios estables.
3. Desastres naturales
Los desastres naturales, como terremotos, inundaciones, huracanes o incendios forestales, pueden paralizar una cadena de suministro en cuestión de minutos. Las empresas deben tener un plan de contingencia sólido que incluya rutas alternativas de envío, almacenamiento seguro y sistemas de alerta temprana para minimizar los impactos de estos hechos. Una forma de hacerlo es evaluando los riesgos de desastres en ciertas zonas geográficas, para diversificar la red de distribución y mantener la operatividad.
4. Ciberseguridad
La creciente dependencia de la tecnología en la supply chain la hace vulnerable a los ataques cibernéticos. Según un artículo de Forbes donde publicaron una encuesta del Deloitte Center for Controllership, en el último año casi el 35% de los ejecutivos encuestados afirman que los datos financieros de sus organizaciones fueron objeto de ataques cibernéticos. Sin embargo, sólo el 20% de los encuestados han declarado tener sistemas seguros de ciberseguridad.
Por lo tanto, para garantizar la certeza de la información es importante implementar medidas como copias de seguridad, planes de respuesta o la instrucción del personal sobre las amenazas cibernéticas, para minimizar el impacto en caso de un ataque.
5. Fluctuaciones en la demanda
La demanda del mercado puede variar de manera impredecible, especialmente en industrias estacionales. La falta de planificación para satisfacer picos inesperados de demanda o sobreproducción puede generar problemas costosos. La solución es mantener una gestión de inventario eficiente y la flexibilidad en la producción, con la ayuda de softwares de precisión y analíticas avanzadas que se anticipen a los cambios que puedan surgir en la demanda.
6. Capacidad de almacenamiento
Una capacidad de almacenamiento insuficiente puede resultar en retrasos en la supply chain. Asegurarse de tener suficiente espacio de almacenaje y un sistema de gestión del inventario eficiente es fundamental para evitar problemas de capacidad. Los SGA consideran la externalización de ciertas operaciones de almacenamiento si fuera necesario.
7. Tecnología
La adopción de tecnología en la supply chain, como el Internet de las cosas (IoT) y la automatización, ofrece ventajas significativas. Sin embargo, también conlleva riesgos, como la posible interrupción de sistemas o la dependencia excesiva de la tecnología. Debe existir un equilibrio y planes de contingencia sólidos, realizando un mantenimiento regular de los sistemas tecnológicos para evitar que haya fallos inesperados.
8. Escasez de mano de obra y falta de capacitación
La escasez de mano de obra cualificada y la falta de capacitación en la cadena de suministro puede generar problemas de eficiencia y calidad. La inversión en formación y desarrollo del personal es esencial para garantizar la continuidad de las operaciones. Con programas de capacitación internos para mejorar las habilidades del personal y de automatización para reducir la dependencia de la mano de obra.
Ante este escenario, cada vez las marcas están más concienciadas con la implantación de criterios ESG. Si bien las empresas están motivadas para cumplir con estos objetivos, también por los riesgos de no cumplirlos: multas, sanciones o pérdidas financieras. Para mitigar esto, sería necesario informar de manera consciente sobre las actividades y aportaciones de la empresa en distintos ámbitos sociales y ambientales.
9. Escasez de productos y materias primas
La interrupción en la disponibilidad de productos y materias primas puede deberse a problemas de suministro, condiciones climáticas adversas o cambios en la demanda. La diversificación de proveedores y una gestión de inventario cuidadosa son claves para mitigar estos riesgos.
Por el contrario, otras empresas están optando por la acumulación de inventario en caso de imprevistos. Cuando se enfrentan a crisis de suministros, las empresas necesitan desarrollar prácticas que se anticipen a la escasez y preparar varios planes de contingencia. Todo ello integrado por tecnologías que ayuden a dominar la planificación.
10. Falta de transparencia en la información de negocio
Transparencia y visibilidad son conceptos diferentes. Tener una buena visión en tiempo real de las operaciones reporta beneficios internos. Mientras que la transparencia se refiere a la capacidad de la marca para exponer sus prácticas: la procedencia de los productos y materias primas o prácticas ESG. Afortunadamente, los avances de Big Data, IA y las tecnologías de blockchain permiten niveles de transparencia óptimos.
La falta de claridad puede dificultar la toma de decisiones informadas y generar problemas en la gestión de riesgos. Por tanto, es importante establecer sistemas de seguimiento y compartir información relevante con los socios de la cadena de suministro. Los datos pueden provenir de muchas fuentes, incluidas redes de IoT, clientes, socios de logística o incluso otras áreas de ventas, y es absolutamente esencial que sean fiables y reales.
La gestión de la cadena de suministro implica enfrentarse a una serie de desafíos, desde factores políticos y económicos hasta desastres naturales y riesgos tecnológicos. Sin embargo, con una planificación adecuada y la implementación de estrategias de gestión de riesgos, las empresas logísticas pueden prepararse para los imprevistos y garantizar la continuidad de sus operaciones. La inversión en tecnología, la diversificación de proveedores y la capacitación del personal son componentes clave para fortalecer la cadena de suministro y hacer frente a los desafíos cambiantes del entorno empresarial. La preparación y adaptabilidad son la clave para el éxito de la supply chain en el mundo actual.